Por primera vez en la historia, el movimiento que denuncia públicamente la violencia sexista se ha extendido. Como consecuencia, los medios también han comenzado a hacer visible esa repulsa, pero las noticias siguen teniendo esa tendencia machista de nuestra sociedad. En primer lugar, son habituales los “supuestamente supuestos”. Utilizan abundantemente la expresión “la supuesta agresión”, a pesar de que haya pruebas de que la agresión ha sucedido, hecho que pone en duda la propia credibilidad de la denuncia. Si no existiera agresión, no habría noticia. Por lo tanto, el empleo adecuado de la palabra “supuesto” corresponde a “supuesto agresor”, porque el detenido no es culpable hasta que sea juzgado.
Los “supuestamente supuestos” que ponen en duda la propia agresión alimentan la mentira de las denuncias falsas presentadas por las mujeres. Según dio a conocer el Consejo General del Poder Judicial, el 0,0038% de las noticias interpuestas en España en relación a agresiones sexuales fueron falsas. No hace falta decir que denunciar falsamente constituye delito y que, por lo tanto, el propio Estado inicia el proceso. Sin embargo, las agresiones sexuales que no denunciamos son incontables. Al hilo de la mentira de las denuncias falsas, por ejemplo, el 10% de los robos, incendios, etc. Resultan falsos, con la intención de cobrar la indemnización del seguro. Sin embargo, los medios no hablan de “supuestos robos” ni de “supuestos incendios”. Los “supuestamente supuestos” ponen en duda la credibilidad de las mujeres que denunciamos agresiones sexuales:
–«Ehunka herritarrek pasa den asteburuan Zarautz eta Getaria artean jazo zen ustezko eraso sexista baten aurka protesta egin dute» (Gara, 25/03/2013).
–«Beasainek elkarretaratzea egin du ustezko erasoa salatzeko: Adingabeko batek egin zuen salaketa eta ustezko erasotzailea, 39 urteko gizona, ostiralean bertan atxilotu zuen Ertzaintzak» (Berria, 18/02/2014).
–«Investigan una segunda denuncia por presunta agresión sexual en la Semana Grande de Donostia» (Deia, 21/08/2014).